La mujer que se llevó una sorpresa para nada grata en su plato cuando comía en una cadena de restaurantes logró un acuerdo con el comercio involucrado.
En abril de este año, Pierrette Caouette encontró un animal muerto en su ensalada. Comía en el restaurante Normandin, ubicado en Ciudad de Quebec.
Ese día, la mujer, de 55 años de edad, comía tranquilamente su ensalada cuando se percató que un pedazo de pepino sabía extraño. Tras revisar el plato se dio cuenta que había en éste un animal muerto.

La mujer presentó la denuncia respectiva, recibió una vacuna contra el tétanos y mantuvo restos del animal para su posterior análisis. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de Quebec confirmó que en ensalada efectivamente había un animal muerto y que, el plato, además, tenía niveles elevados de E. coli.
Tras la denuncia y varios análisis, la mujer demandó al restaurante por daños, presentando un monto de 192.415 dólares. No se conoce, sin embargo, si éste fue efectivamente la cifra del acuerdo alcanzado.
La abogada de la mujer afectada, Martina Bakula, no informó mucho sobre el acuerdo, pero dijo que éste era satisfactorio para ambas partes.
Bakula informó que la Caouette sufrió una “serie de repercusiones en su salud física y emocional”, de allí el reclamo del dinero que también compensa los días perdidos de trabajo.