En fotos: La celebración de Valérie Plante, la primera mujer electa alcaldesa de Montreal

Parecía la escena previa a un concierto. Una larga fila de gente que llegaba a una de las esquinas de la calle Notre-Dame, en el Sud-Ouest de Montreal.

Todos esperan, con positivismo, ver los resultados de la elección municipal de Montreal.

A pesar del optimismo, quizá pocos pensaron que la victoria de Valérie Plante sería tan contundente. Montreal tiene una nueva alcaldesa y por primera vez es una mujer.

Con la proyección oficial de Radio-Canada mostrándose en las pantallas, el Teatro Corona explotó en un grito que parecía un estadio cantando un gol.

En las primeras filas los miembros de Projet Montréal, sus candidatos y familiares se abrazaban entre lágrima. NI siquiera ellos mismo creían lo que estaba pasando.

“Luego de Jeanne-Mance, Montreal tuvo que esperar 375 años para elegir a una alcaldesa”, lanzó Plante en su discurso de victoria. Saltó y sonrío como una adolescente, con una naturalidad que fue parte de su éxito durante una corta y explosiva campaña.

Incluso entre periodistas –que ocupaban un gran espacio del local- había cierto escepticismo. La mayoría creía que su campaña había sido sólida, pero pocos estaban convencidos de que lograría dar la sorpresa, y menos aún con 51% de los votos.

Saludó a su rival, Denis Coderre, con quien dijo habló en su camino hacia el teatro. Habló en varios momentos en inglés, como signo de su apertura, y extendió una mano a todas las comunidades, sin importar su origen, y con las que “tenemos más cosas en común de lo que muchos quieren hacernos creer”.

Valérie Plante estará al frente de la ciudad por los próximos cuatro años. Su mensaje es que estará dedicada a los montrealeses primero, aunque promete también mantener parte de la visión de su rival, quien buscaba darle a la ciudad un lugar más prominente a escala mundial.